Martin Margiela deja su propia firma.
Y yo me pregunto ¿cómo se tiene que sentir uno para que deje su propia casa? Es hora de establecer los límites entre diseño y negocio y, por favor, que se respete de una vez la esencia y el trabajo de los maestros, antes de que se denigre aún más el mundo de la moda.
LOVE·J
El día que entró el de Diesel fue el principio del fin
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